Las etapas ó ciclos de vida que ha de pasar el insecto más bello son las de su origen como oruga, la transición cómo crisálida, y su transformación en mariposa.
Efímero su paso por la vida. Pero intenso. Así debería ser el nuestro, intenso, evolutivo, y muy bonito.
Sus colores, su tejeduría en hilo de seda, su lenta transformación de algo que es invisible ó molesto para el resto, en un sutil aleteo de colores y brillos.
Y no es que hoy esté intentando que os encanten las mariposas tanto como a mi, es que vuelve con fuerza su figura, su imagen impresa, su espíritu a inundar las pasarelas internacionales, y pronto todas nuestras prendas!! Y aquí, en este blog, ya lo intuíamos...
Casi llegando al final de la semana, feliz jueves!!
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