Soplan fuertes vientos que azotan sin tregua la mar, los árboles se doblan hasta casi romperse, silva el aire como el llanto desgarrador del que no tiene consuelo.
El cielo se vuelve plomizo, las aguas tornan opacas y oscuras, sólo la espuma tiñe de blanco la superficie.
Los barcos anclados bailan al ritmo frenético de las olas.
Los paseos de piedra pierden su consistencia, rompe la arena todo a su paso, los tejados vuelan.
Grita la madre naturaleza y los elementos se distorsionan, pero no se mueven, permanecen, se quedarán este invierno, y los que hagan falta.
Y nosotros también, aunque ya empecemos a desesperar...
Así que con aires marineros empezamos la semana, rayas, topos, azul navy, y un toque alegre de color para desafiar tifones y lo que haga falta!
Feliz lunes!!
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